Podríamos decir que fiel a su línea de sorprendernos con lo diferente en cada uno de sus libros, Pombo nos ofrece ahora uno de cuentos, propios todos y extraños a veces, porque desconcertante es que algunos vayan firmados por autores que para el lector avezado hasta podrán encerrar en más de una ocasión algún significado, una incógnita que desentrañar. Tratándose de cuentos nos permitimos suponer que se deben a la fabulación de principio a fin, y las variadas narraciones transcurren entre los vericuetos de lo exótico, de lo erótico, de lo triste, de lo jocoso, de todo lo que tiene que ver con la misma vida y hasta con la misma muerte. No faltarán los que no se lo crean, que duden de que detrás de esos cuentos no haya algo más, por lo menos en algunos, mismo una historia vivida por
el propio autor, y eso está bien. Se admite la duda, de eso se trata, no en vano nos vamos a encontrar, en más de una ocasión, hasta con la fotografía del lugar donde se ha producido el suceso.
Relatos muy variados, intensos siempre, muy singulares muchas veces, extensos al principio, atenuándose después hasta llegar a la mínima expresión del minirrelato, con la excepción del postrero, el último cuento de todos los cuentos, que aclara lo necesario, todo lo que el lector debe acabar, por fin, sabiendo. Para los enamorados del cuento será difícil no recordar este libro.
“Manuel Pombo conoce el alma humana y sabe ironizar y ser sarcástico, mordaz y a veces tierno, lúcido siempre, demoledor cuando así lo decide.
Empiecen a leer ya cuanto antes.”
Alfredo Conde (Premio Nacional de Literatura).

Literatura de aforismos, reflexiones sorprendentes, fragmentos, en muchos de los cuales reside la espléndida solidez de un escritor con el que te vas a identificar, ya sea porque, en muchas ocasiones coincida con tu forma de pensar o porque te sientas agradecido por el logro de que, por fin, alguien consiga enfrentarte con aquello sobre lo que te resistías a reflexionar. Esta obra constituye la continuación de otra anterior, Pomberías, en la que, igual que ahora, el autor especulaba sobre diferentes aspectos relacionados con la condición y el ser de los humanos, en definitiva, sobre el gran juego de la vida. En esta nueva obra se observa una evolución hacía una superior profundización de las ideas, a una mayor libertad de pensamiento y a una madurez que nos van a permitir disfrutar de páginas literarias notables, atrevidas, a veces divertidas y siempre de gran hondura y belleza. La incuestionable expresividad creativa que hayamos en cada uno de sus textos le consolida definitivamente como un excelente escritor.