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El autor. Mo
Yan, que significa “no hables”, es el seudónimo
de Guan Moye. Nació en Gaomi, provincia de Shandong,
el 17 de febrero de 1955. Hijo de granjeros, dejó
la escuela a los 12 años y fue obligado a cuidar
ganado durante la Revolución Cultural. No visitó
una ciudad antes de cumplir los 20 años. El fin
de las purgas maoístas le permitió al
joven campesino encontrar trabajo en una fábrica
de petróleo. En 1976 entró en el Ejército
Popular de Liberación, las actuales fuerzas armadas
de su país, en cuya academia empezó a
estudiar literatura antes de ingresar en la universidad
y graduarse. En 1981 publicó su primera novela,
Lluvia en una noche de primavera. El éxito
le llegó con sus novelas El rábano
transparente y, sobre todo, El sorgo rojo
(1987), una de las novelas más leídas
en China y la primera en difundirse ampliamente en el
resto del mundo. En 1996 publicó Grandes
pechos amplias caderas, donde casi un siglo de
historia de China es visto a través de los ojos
de una mujer. Este libro fue prohibido por las autoridades
de Pekín y constituye su obra más conocida
en Occidente. Mo Yan ha publicado en mandarín
numerosos relatos y novelas, de las que hasta recientemente
sólo habían sido traducidas algunas al
español. Varias de las novelas de Mo Yan han
sido llevadas al cine. Premio Nobel de Literatura en
2012.
La Obra. Traducida desde el inglés,
un hecho digno de tener en cuenta; hoy creo que ya existen
ediciones trasladadas desde el original. En esta obra
se encuentra muy presente el mundo rural, con toques
de realismo mágico y hasta no falta quien encuentra
alguna semejanza con Cien años de soledad
de García
Márquez, a pesar de que Mo Yan siempre ha dicho
que la leyó después de escribir Sorgo
Rojo. Así que ya puestos a encontrar coincidencias,
¿por qué no recordar, incluso me atrevo
a asegurar que hasta con más propiedad (mundo
mágico, oralidad), a Alvaro Cunqueiro e incluso
a otro coetáneo de éste en lugar y fecha
de nacimiento, Lino Novás Calvo? Tres territorios
míticos: Gaomi Noreste, Macondo y la Galicia
misteriosa, para siempre de la mano de unos grandes
escritores. Literatura inquietante, donde nos encontraremos
con la descripción, para mí lo mejor de
la novela, con toda su crudeza, de hechos abominables
sobre un fondo pintado de forma hermosa, incluso poética.
Todo un mundo lejano al nuestro pero que, si retrocedemos
en el tiempo, hallamos elementos suficientes para darnos
cuenta de que los humanos, por encima de la cultura
y de las creencias, nos parecemos demasiado. Quizás
sea la realidad de esas circunstancias (época,
costumbres y forma de pensar) lo que más nos
engancha en el transcurso de la lectura de este libro
que, por lo demás, no resulta, si somos sinceros,
de lo más fácil en lo que respecta a su
lectura. A esto último contribuye la especial
pero también interesante estructura narrativa,
sin una cronología lineal en su desarrollo, con
constantes saltos en el tiempo, que podría recordarnos
los modos de hacer del antiguo contador de cuentos.
Así, el autor consigue consolidar la imagen de
una biografía hecha de retazos de la mano de
un narrador, quien consigue la información sobre
la historia de su familia cuando regresa al pueblo de
su infancia para informarse de ello.
En cuanto a la trama, aunque haya hechos que suceden
entre los años 20 y los años 70, podríamos
decir que se centra entre los años 1939 y 1941.
En realidad, es una novela compuesta de cinco libros:
Sorgo rojo, Vino de sorgo, Conducta de perros, Funeral
en el sorgo y Muerte extraña. Tenemos
pues, que entre las primeras cuatro partes de la novela
se narra de manera casi cronológica un período
del pueblo chino de Gaomi Nordeste, el lugar más
bonito y el más repulsivo, que comienza con una
emboscada a un convoy japonés, donde muere la
abuela del narrador (1939) y termina con su entierro
dos años más tarde (1941). La última
parte se escapa un poco de esta cronología al
presentarnos básicamente la violación
de una mujer, Pasión, y una especie de epílogo.
Mo Yan trata de seducir al lector con las desventuras
del comandante Yu y de la joven Dai Fenglian, una chica
obligada a casarse con el hombre que su padre ha dispuesto:
un viejo leproso muy rico, que posee una destilería.
El sorgo, utilizado como ingrediente de un potente vino,
era en tiempos de paz centro y símbolo de la
vida campesina. En tiempos de guerra, se convierte en
el centro de la lucha por la supervivencia.
Sin lugar a dudas una gran novela que nos acerca a una
literatura lejana, inesperada por su excelencia, por
su complejidad, por su sorprendente valor literario,
que respalda sobradamente lo de considerar a su autor
como uno de los más eminentes escritores contemporáneos.
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