|  | El   autor.
                     
 Nacido  en Bari, 1973, reside en Roma. En 2010 fue reconocido como uno de los  mejores escritores italianos menores de cuarenta años. Es autor de  cinco novelas, miembro del jurado del Festival de Cine de Venecia y,  desde 2016, director del Salón Internacional del Libro de Turín.  Recibió el Premio Strega en 2015 por La  ferocia, el más prestigioso de los galardones literarios italianos  Además, Lagioia colabora con los más importantes medios  culturales italianos, como La Stampa, Reppublica, Il Venerdì e  Internazionale, y es uno de los presentadores de Pagina 3, un  programa diario de Radio 3. Sus libros han sido traducidos a quince  idiomas. Su última novela es La  ciudad de los vivos (Literatura  Random House, 2022) 
 La Obra
 
  
 
                          
                          
                          
                           
                          
                          
                          
                           Parece  que este verano (el del año 2022) estoy abonado a afrontar la  lectura de libros tirando más bien a un tamaño de cierta  consideración, en este caso 462 páginas, si incluimos también la  bibliografía, que sí la hay por extraño que pudiera parecer.  También es cierto que nos encontramos ante un libro especial, en el  que se narra un crimen que sucedió realmente y que en su día  conmocionó a la sociedad italiana. Puestos a encuadrar esta obra,  creo que le puede ir bien lo de género negro, una especialidad que,  a decir verdad, nunca me atrajo. Admito y reconozco que tiene sus  adeptos. El libro está narrado con un tono claramente periodístico,  detrás del cual resulta evidente una labor exhaustiva de  recopilación de datos, lo que contribuye a que en algunos momentos  la lectura resulte pesada, pero adaptado a la forma de novela y como  tal se puede leer. El escritor Nicola Lagioia dedicó cuatro años de  su vida a esta historia. Habló con todos los implicados, con los  amigos y familiares de los tres chicos, accedió a la investigación  y al juicio y llegó a cartearse con uno de los culpables. Se  sumergió en lo más oscuro de la noche romana y se adentró en la  inaccesible burguesía romana. El resultado de tan concienzudo  trabajo se puede decir que se convierte en una investigación sobre  la naturaleza humana, que, aunque quizás en alguna ocasión la  hayamos podido vislumbrar, aquí se nos convierte en algo real. De  fondo, muy presente, la decadente y a la vez irresistible ciudad de  Roma, que lo único que produce ya es poder. Por encima de todo, lo  que verdaderamente te engancha en la lectura, y en términos  generales sí lo hace, es la búsqueda del porqué.    Resumen.  A principios de marzo de 2016, en un apartamento situado a las  afueras de Roma, dos jóvenes de buena familia, Manuel Foffo y Marco  Prato, no lejos de cumplir ambos los treinta años, se pasaron varios  días de fiesta encerrados prácticamente en el apartamento de  Manuel, poniéndose hasta arriba o hasta donde quieran, en cantidades  que se me ofrecen como increíbles, de cocaína, pastillas y alcohol.  Prato,  un relaciones públicas de la noche gay, hijo de un profesor  universitario, se sentía atraído por Foffo,  proveniente de una familia de comerciantes, pero éste dudaba de su  deseo por los hombres, mientras al costado de su flamante amigo  construía castillos en el aire, confiando en que fundar una  startup lo salvara del fracaso al que su entorno lo veía  abocado. Decidieron  invitar a alguien y tras llamar a varios amigos que no podían o no  contestaban, dieron con Luca Varani, un chico al que apenas conocían.  Le ofrecieron drogas y dinero a cambio de sexo. Se divirtieron hasta  que empezaron a torturarle y terminaron asesinándolo a cuchillazos y  golpes de martillo. Tenía 23 años, era hijo de una familia humilde  de la periferia, un buen chaval que se buscaba la vida como podía.  Nadie entendió por qué lo hicieron, no hubo respuestas para tanto  horror. Desde la cárcel uno de los asesinos dijo que «querían  saber que se sentía al matar a alguien».
   ¿Qué  fue de los asesinos? Marco Prato se suicidó en la cárcel poco antes  de celebrarse el juicio. Manuel Foffo lleva cumplido ya varios años  de los treinta a los que fue condenado.  No faltará quien piense que la justicia es relativa, que deja mucho  que desear.   En  este libro se describe un  caso verdaderamente aterrador por la brutalidad, un crimen sin  motivación, simplemente porque parece ser que los asesinos querían  saber lo que se siente al matar a alguien. Ni el beneficio económico,  ni la carrera, ni la fama, ni la venganza personal, no había ninguna  motivación clásica que justificara lo ocurrido. Una historia bien  articulada, documentada, prueba de que la realidad acostumbra a  superar a la ficción, en la línea de A  sangre fría de Truman Capote. Si eres de los que les gusta los libros sobre  hechos reales, aquí tienen uno que no te  va a  defraudar, aunque lo probable es  que te deje  un poco de mal cuerpo.   |